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Teotihuacán, la ciudad donde nacen los dioses

Teotihuacán es la civilización más misteriosa de Mesoamérica. Al visitar sus ruinas, no hace falta ser arqueólogo para comprender rápidamente el alto grado de desarrollo y sofisticación que alcanzó. Hay también objetos de cerámica, oro y piedra teotihuacanos por toda Mesoamérica.
 
Sin embargo, no nos han dejado nada escrito: ni en piedras ni en códices. La historia de Teotihuacán se ha construido a partir de lo que otros escribieron sobre ellos. En especial los mayas, con quienes tuvieron un enorme intercambio cultural, un pujante comercio y diversas alianzas políticas, a pesar de estar a más de 1000 km de distancia.
 
Pero a pesar de los grandes avances recientes en la interpretación de estos textos mayas y en arqueología, sigue habiendo muchísimos interrogantes.
 
De hecho, ni siquiera sabemos quiénes eran los teotihuacanos, de dónde vinieron y a dónde fueron tras el abrupto declive de su gran metrópolis, qué clase de idioma hablaban, ni cómo se llamaban a sí mismos.
 
Teotihuacán es el nombre que le dieron los mexicas (aztecas), y significa “el lugar donde nacen los dioses” en náhuatl. Los mayas la llamaban Puh y este glifo maya se puede encontrar en muchísimas ciudades antiguas. De hecho, Teotihuacán convirtió algunas grandes ciudades mayas como Tikal (ahora en Guatemala) en tributarias.
 
 
Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Pirámide de la Luna y Calzada de los Muertos. Arqueología mexicana
Panorámica de la Pirámide de la Luna y la Calzada de los Muertos
Teotihuacán fue a Mesoamerica algo similar a lo que Roma fue para Europa. El centro de su mundo, fue referencia en su tiempo y modelo para muchos pueblos incluso después de abandonada.
 
Los mexicas creían que los dioses crearon la era en la que vivimos, el quinto sol, en Teotihuacán. Este quinto sol habría seguido a los cuatro soles (eras) fallidos destruidos por los dioses
 
Teotihuacán comenzó a construirse en el s. I a.C. sobre un lago hoy desaparecido, y en el s. II empezó su época de esplendor. Llegó a tener entre 100.000 y 200.000 habitantes, incluyendo algunos extranjeros. También había barrios teotihuacanos en otras ciudades mesoamericanas.
 
Hacia el 650 comienza el declive de Teotihuacán y en el s. VIII se abandonó, aunque siguió teniendo un gran significado religioso para los mexicas e incluso pequeñas poblaciones se asentaron en ella. Los expertos aún no saben por qué se abandonó Teotihuacán: ¿Luchas internas, desastres ecológicos, invasiones, o una combinación de todo?
 
Lo único seguro es que Teotihuacán siguió siendo admirada y su arquitectura influyó a muchísimas ciudades en toda Mesoamérica: la arquitectura talud-tablero se originó en Teotihuacán y se extendió por muchas civilizaciones de Mesoamérica (como puedes ver en Monte Albán o en Chichén Itzá), convirtiéndose en la más representativa para el gran público.

¿Cómo llegar a la Zona Arqueológica de Teotihuacán?

Teotihuacán se encuentra a unos 50 km al Noreste de la Ciudad de México, por la carretera 132D.

Existen autobuses turísticos que te llevan directamente a la Zona Arqueológica de Teotihuacán, desde la terminal Autobuses del Norte de la Ciudad de México. Otros van al pueblo cercano, San Juan Teotihuacán.

Autobuses del Norte está conectada por la línea 5 del metro. En total, puedes tardar unas 2 horas en llegar a Teotihuacán desde el centro de la Ciudad de México.

En las recomendaciones de viaje oficiales de muchos gobiernos occidentales y en foros de internet, se dice que en ocasiones hay asaltos a los autobuses a Teotihuacán, incluso a los turísticos. Parece que la situación ha mejorado bastante en los últimos años.

Por eso, nosotros finalmente decidimos, solo por una vez, visitar Teotihuacán con una excursión organizada. Luego nos arrepentimos de haberlo hecho así.

Excursiones organizadas a Teotihuacán

Muchos operadores ofrecen excursiones a Teotihuacán. Además, incluyen una visita a la Villa de Guadalupe y algunos incluso te llevan a la Plaza de las Tres Culturas, donde se encuentran las ruinas de Tlatelolco. Puedes contratarlos allí o en internet, a través de webs como viator.com, donde podrás comprobar opiniones antes de pagar nada.

Lo malo es que no conseguimos encontrar ninguno que no te cuele un par de horas de actividades que nada tienen que ver con Teotihuacán, su historia o la arqueología: degustaciones de tequila, demostraciones de algún tipo de artesanía, una joyería… O como incitarte a comprar cosas que no pensabas que necesitabas.

Lo peor es que malgastan tu tiempo, pues así, al final, en muchas de estas excursiones en la Zona Arqueológica de Teotihuacán (que es lo que realmente has pagado por ver) pasas una hora y media… y gracias.

Además, en nuestro caso la guía no tenía formación (más que un cursillo) ni conocimientos sobre arqueología, ni la historia de Teotihuacán o del México antiguo. Pero bueno, al menos no tuvimos miedo de que nos asaltaran.

Por eso, os recomendamos que aprendáis de nuestro error y si decidís contratar una excursión organizada os aseguréis de pasar suficiente tiempo en Teotihuacán (mínimo 2 horas, mejor si son 3).

Visita a Teotihuacán

Lo que hoy podemos visitar en la zona arqueológica de Teotihuacán es el centro ceremonial y administrativo de la ciudad vertebrado por la Calzada de los Muertos, avenida monumental de unos 2 km de longitud.

Debemos imaginar una ciudad bastante grande alrededor de este centro, con barrios especializados por oficios o incluso por lo que hoy llamaríamos nacionalidad.

Estamos contentos de haber podido visitar Teotihuacán durante la pandemia de COVID-19, pero lo malo es que todos los palacios, “la Ciudadela” y el museo se encontraban cerrados al público. Tampoco se podía subir a las Pirámides, algo que es posible que no vuelva a permitirse.

Hay dos accesos principales a la zona arqueológica. En la zona Sur hay una entrada al museo y luego hacia la Ciudadela. Desde aquí puedes recorrer toda la Calzada de los Muertos hasta llegar a la Pirámide de la Luna. Luego, a la izquierda visitarías el Palacio de Quetzalpapálotl y el de los Jaguares antes de salir por el acceso Norte.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: estructuras laterales de la Calzada de los Muertos
Estructuras laterales de la Calzada de los Muertos

La Ciudadela

Teotihuacan La Ciudadela Templo Quetzalcoatl - Teotihuacán, la ciudad donde nacen los dioses - Drive me Foody
La Ciudadela (foto de Thomas Ledl)

Enfrente del museo, la Ciudadela es uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de Teotihuacán. Su nombre se debe a un error de los españoles, pues no era realmente una ciudadela.

Es un cuadrado de unos 400 metros de lado, formado por 4 plataformas elevadas con pequeñas pirámides en sus lados.

Encima de otra plataforma, destaca en la Ciudadela el Templo de Quetzalcóatl o de la serpiente emplumada. Este templo con forma de pirámide es el que tiene la decoración más elaborada en Teotihuacán.

Los tableros de la pirámide alternan cabezas de serpiente emplumada y de Tláloc (dios de la lluvia) y los frisos están adornados con serpientes enteras. Sus escaleras están adornadas por cabezas de serpiente emplumada en otro estilo.

Hay una reproducción en color de una pared del Templo de Quetzalcóatl en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México, uno de los lugares que no te puedes perder en la ciudad.

México: Reproducción del Templo de Quetzalcóatl de la Ciudadela de Teotihuacán en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. Arqueología mexicana, reproducción de museo en colores
Reproducción del Templo de Quetzalcóatl en el Museo Nacional de Antropología de CDMX

Calzada de los Muertos

Los mexicas llamaron Calzada de los Muertos (Miccaotli) a la gran avenida que vertebra el recinto ceremonial, ya que pensaban que las estructuras que hay a sus lados eran tumbas. Ahora se sugiere que fueran realmente plataformas sobre las que se elevaban templos.

La Calzada de los Muertos tiene una longitud de unos 2 km – desde la Ciudadela hasta la Pirámide de la Luna – y una anchura media de unos 45 metros. Salva un desnivel de unos 27 metros (más elevado al llegar a la Pirámide de la Luna) mediante plataformas con escaleras, con edificios y templos a los lados.

La calzada atraviesa el río que hoy se llama San Juan. Justo después hay un grupo llamado edificios superpuestos, porque se construyeron unos sobre otros en distintas épocas.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Calzada de los Muertos desde la entrada cercana al Palacio de Quetzalpapálotl. Arqueología mexicana.
Panorámica de la Calzada de los Muertos

Poco después de pasar la Pirámide del Sol se puede ver en un palacio justo a la derecha de la Calzada de los Muertos un fresco que representa un jaguar.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Fresco del Jaguar en la Calzada de los Muertos. Arqueología mexicana
Fresco del Jaguar

Pirámide del Sol

La Pirámide del Sol es el segundo edificio más alto de Mesoamérica, con más de 63 metros, solo por detrás de la Gran Pirámide de Cholula. Originalmente, un templo se encontraba en su cúspide, hoy casi desaparecido. La estructura completa se alzaba 75 metros.

La planta de la pirámide es casi cuadrada, de unos 225 por 222 metros, y se levanta sobre una enorme explanada de 350 metros de lado. Lo que vemos hoy es en parte el resultado de la cuestionada reconstrucción de Leopoldo Batres en 1905-1910 (para coincidir con el centenario del inicio de la Guerra de Independencia de México).

Como en todo Teotihuacán, no conocemos su nombre original. Fueron los mexicas quienes la llamaron Pirámide del Sol. Probablemente porque su fachada está alineada con la salida del Sol de los días 11 de febrero y 29 de octubre, entre los que curiosamente hay 260 días, el número de días del calendario sagrado mesoamericano (que los aztecas llamaban tonalpohualli y los mayas tzolk’in).

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Pirámide del Sol. Arqueología mexicana
Pirámide del Sol

La Pirámide del Sol se construyó como un montículo de tierra recubierto de piedra volcánica local. Originalmente, toda la pirámide estaba recubierta con estuco y pintada. La escalinata se componía de 260 escalones (se han perdido 22).

Existe un túnel bajo la pirámide que inicialmente se creyó era un tubo volcánico natural, pero ahora se sabe que fue totalmente construido por humanos. Este lleva a una cámara con forma de flor con 4 pétalos, con una puerta en cada uno.

En los últimos años se han descubierto nuevos túneles, que los arqueólogos continúan investigando. En ellos se depositaron numerosas ofrendas, que probablemente nos enseñen algo nuevo sobre Teotihuacán.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Pirámide del Sol y Calzada de los Muertos. Arqueología mexicana
Pirámide del Sol y Calzada de los Muertos

Pirámide de la Luna

La Calzada de los Muertos se abre por su extremo norte a una gran plaza de 207 por 135 metros, en la que se encuentra la Pirámide de la Luna. Está flanqueada por pequeñas plataformas con forma de pirámide truncada situados simétricamente, creando un monumental y armonioso conjunto

 

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Pirámide de la Luna y Calzada de los Muertos, con teleobjetivo. Arqueología mexicana
Pirámide de la Luna, al fondo de la Calzada de los Muertos

La Pirámide de la Luna se sitúa en el extremo septentrional de la plaza, cerrando la Calzada de los Muertos, y delante del Cerro Gordo.

Esta pirámide es verdaderamente imponente, aunque no tan grande como la Pirámide del Sol: tiene una altura de 45 metros y una base de 140 por 150 metros. Sin embargo, se eleva casi tanto como la Pirámide del Sol por el desnivel del terreno.

La Pirámide de la Luna comenzó a constuirse hacia el año 100 y se fue ampliando hasta el 450. Esta pirámide tuvo al menos seis ampliaciones: en cada una de ellas se construía una nueva estructura encima de la anterior, quedando como las capas de una cebolla, algo muy típico de las civilizaciones mesoamericanas.

Se añadió además una gran plataforma de 5 cuerpos talud-tablero con una escalinata monumental delante de la pirámide. Parece ser que se utilizaba en ritos dedicados a la diosa de la Luna.

Debía de ser verdaderamente impresionante ver a los gobernantes y sacerdotes de Teotihuacán realizar ritos en estas enormes pirámides, entonces coronadas por templos, recubiertas de estuco y pintadas.

Recientes descubrimientos arqueológicos han descubiertos diversas ofrendas a la diosa de la Luna con algunos esqueletos humanos y restos animales (de lobo, puma, jaguar y serpiente), además de multitud de figuras de obsidiana y otras piedras.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Pirámide de la Luna y su plaza. Arqueología mexicana
Pirámide de la Luna y estructuras de su plaza

Palacio de Quetzalpapálotl

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Escalinata del Palacio de Quetzalpapálotl. Arqueología mexicana
Escalinata del Palacio de Quetzalpapálotl

En la esquina suroccidental de la Plaza de la Pirámide de la Luna se encuentra el gran Palacio de Quetzalpapálotl (“quetzal-mariposa”), que parece que sufrió un incendio.

Sus paredes están decoradas con bonitos frescos y pinturas al temple a la cal (fresco-seco) en los que domina el típico rojo de Teotihuacán, y tiene además columnas decoradas con relieves. La cabeza de serpiente emplumada que hay al final de la escalera es la más grande que se ha encontrado en Teotihuacán.

Se descubrió en la década de 1960 y entonces se decidió reconstruir algo la estructura del palacio según la evidencia arqueológica para mostrar cómo sería un palacio administrativo para el gobierno o los altos sacerdotes.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Frescos del Palacio de Quetzalpapálotl.
Frescos del Palacio de Quetzalpapálotl

Al lado de este palacio se encuentra el Palacio de los Jaguares, con pinturas murales de jaguares con plumas tocando un instrumento musical. Desde este palacio se pasa al Templo de los Caracoles Emplumados con bonitos relieves. Desafortunadamente, no se podía entrar en este complejo durante nuestra visita.

Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México: Panorámica del Palacio de los Jaguares. Arqueología mexicana.
Panorámica del Palacio de los Jaguares

Teotihuacán fue nuestra primera gran zona arqueológica de México (habíamos estado en el Templo Mayor de Tenochtitlan) y una visita obligada si estás en Ciudad de México: por lo impresionante que es hoy en día y por su enorme importancia histórica en toda Mesoamérica.

Lo que tampoco te puedes perder es el Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México, que tiene una sala completamente dedicada a Teotihuacán. Allí podrás ver la típica cerámica anaranjada de Teotihuacán, reproducciones de algunos edificios y pinturas murales y mucho más. Aprenderás mucho sobre Teotihuacán, ya que tiene muy buenas explicaciones

Teotihuacán es una excursión que debes hacer desde la capital mexicana. ¡Haz click en este enlace para descubrir la Ciudad de México en 4 días con nosotros!

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Félix Escudero

    Muy interesante artículo, especialmente para los aficionados a la arqueología.

    1. drivemefoody

      Muchísimas gracias, Félix. Qué bien que te haya gustado 🙂
      En México hay una increíble cantidad de zonas arqueológicas muy interesantes!

Comentarios cerrados.