En este momento estás viendo Bujará: vive la ruta de la seda
Madrasa Mir-Arab al atardecer

Bujará: vive la ruta de la seda

Bujará fue uno de los principales centros culturales y religiosos de Asia Central, además de tener una gran actividad comercial como ciudad en un oasis en la Ruta de la Seda. Quizás no suene tanto en occidente como Samarcanda, pero su importancia histórica es incluso mayor.

Bujará no posee monumentos tan impresionantes como los de Samarcanda, pero, a cambio, tiene la coherencia arquitectónica que a esta le falta y más lugares de interés. En Bujará no caminarás por avenidas anodinas recién construidas, sino por una ciudad de verdad, aquí te podrás imaginar Asia Central en la época de las rutas de la seda.

En dos días completos puedes visitar todos los sitios de interés de Bujará (en uzbeco: Buxoro) que presentamos en esta guía. Bujará es una ciudad con bastante ambiente para Uzbekistán, y si te gustan las compras, quizás quieras quedarte algún día más, pero no hay muchos sitios de interés en los alrededores, solo Vobkent y Gidjuvon, donde hay un minarete y una madrasa. Al Oeste del oasis de Bujará solo hay estepa.

Cómo llegar a Bujará

El aeropuerto internacional de Bujará (BHK) tiene vuelos a múltiples destinos, incluido Estambul y Moscú. De hecho, puede ser una buena opción para comenzar tu viaje en Uzbekistán.

Para desplazarse a otras grandes ciudades de Uzbekistán, el tren es la mejor opción. Hay alta velocidad a Samarcanda (1h30) y Tashkent (3h50). El tren convencional tarda unas 3h a Samarcanda y 7h a Tashkent

Los billetes son bastante baratos, en torno a 10 € o menos y se pueden comprar fácilmente en la página web oficial de la empresa de ferrocarriles de Uzbekistán: https://railway.uz/en/

La estación de tren se encuentra a las afueras de la ciudad, en el Este. Ten cuidado, los taxistas intentan timar a los turistas incautos.

Al salir de la estación, nos ofrecieron un taxi por 15 €, y no insistieron mucho porque el taxista sabía que engañaría a otro turista. Al final, conseguimos un taxi por unos 6 €. Pero a la vuelta, nos negoció el taxi el recepcionista del hotel, y nos llevó por 35.000 som (unos 3,50 €). No conseguirás este precio si no negocia un local por ti, pero, al menos, ¡que no te cobren 15 €!

Por cierto, recuerda contratar un seguro de viaje antes de volar a Uzbekistán. Nosotros recomendamos los seguros de IATI, por sus coberturas y servicio. Si utilizas nuestro enlace para contratar tu seguro IATI te beneficiarás de un descuento exclusivo del 5% y nos apoyarás para seguir escribiendo sobre nuestros viajes.

Cómo desplazarse en Bujará

Bujará es la ciudad de Uzbekistán con un casco antiguo más grande, pero se puede recorrer fácilmente a pie, excepto por el Sitorai Mohi Xosa, Palacio de verano del último emir de Bujará, 4 km al norte de la ciudad, al que puedes ir en minibús o taxi (unos 2-3 €).

De hecho, el centro de Bujará es fundamentalmente peatonal, y es una maravilla pasearlo porque, a diferencia de Samarcanda, sigue conservando una notable unidad de conjunto, además de numerosos edificios históricos, casi en cada esquina. Por sus calles es fácil imaginarse el comercio de la ruta de la seda y el auge cultural de Bujará.

Dónde alojarse en Bujará

Bujará tiene una amplia oferta hotelera, y con mejores precios que Samarcanda (y parece que están construyendo más). Nosotros nos quedamos en un hotel pequeño pero moderno, más cómodo que las típicas casas particulares, justo al Este de Lobi Hovuz, Kukaldosh Boutique Hotel.

Un poco de historia de Bujará

La ciudad de Bujará tiene una historia de más de 2.000 años. Inicialmente, el nombre de Bujará se refería a todo el oasis, y se cree que está relacionado con la presencia de monasterios budistas. Las crónicas islámicas describen una ciudad con numerosas etnias y religiones en el momento de su conquista hacia el 650.

Sin embargo, los habitantes de Bujará mantuvieron sus religiones y tradiciones hasta la verdadera invasión árabe a mediados del s. VIII, con la que comenzó la islamización de la ciudad.

En el 892, Ismail Samani trasladó la capital del Imperio Samánida de Samarcanda a Bujará y se libró de la tutela del Califato Abasí. Los samánidas eran persas suníes y su imperio se extendió hasta Kabul y el Mar Caspio, en partes de los actuales Afganistán, Turkmenistán y el Este de Irán.

Comenzó así la edad de oro Bujará, que se convirtió en centro de cultura islámica de primer orden. Rudaki, considerado el padre de la poesía persa, vivió en la corte de Bujará, pero el más reputado habitante de Bujará en la época samánida fue Abu Ibn Sina, conocido como Avicena. El gran filósofo y considerado precursor de la medicina moderna nació en un pueblo cercano y se crio y estudió en Bujará.

De esta época queda en pie en Bujará el Mausoleo de los Samánidas.

Atardecer en Bujará, Uzbekistán: toqi zargaron y minarete kalyon, al fondo.
Atardecer en Bujará

En 999, los karajánidas conquistaron Bujará. Aunque Bujará no fue la capital de los karajánidas, ellos construyeron uno de sus monumentos más característicos: el minarete Poi Kalyon y la antigua mezquita, arrasada por los mongoles, además de la Mezquita Magoki Attori.

En 1220 Genghis Jan sitió Bujará y la conquistó. Como la población de la ciudad se rindió, no sufrió el peor castigo, y la mayoría de sus habitantes fueron perdonados. De todos modos, la mayoría de la ciudad fue incendiada y, por eso, casi todos los monumentos que veremos son posteriores a la conquista mongola.

A partir de finales del s. XIV, Bujará comenzó a recuperarse del saqueo mongol gracias a su estratégica situación en un oasis en las rutas de la seda. Fue incorporada al imperio timúrida (de Tamerlán), con capital en Samarcanda.

En 1506, la dinastía shaybánida conquistó Bujará, Samarcanda y la mayoría del territorio del imperio timúrida. Establecieron un janato con capital en Bujará, y comenzaron un ambicioso programa construtivo para embellecer la ciudad. De esta época son muchos de los más bellos edificios de Bujará, como la Madrasa Mir Arab, frente a la mezquita Kalyon y el famoso minarete, que sigue activa.

El janato fue sustituido en 1785 por el Emirato de Bujará, bajo la dinastía manghit. Esta dinastía no descendía de Genghis Jan y su legitimidad se basaba más en la ley islámica, de ahí el título de emir.

Bujará, Uzbekistán: Abdullah Khan Tim, edificio comercial de la ruta de la seda, donde ahora se venden alfombras
En los edificios comerciales de la ruta de la seda ahora se vende a turistas

El Emirato de Bujará se vio pronto envuelto en la rivalidad entre Gran Bretaña y Rusia por el control de Asia Central (conocida como El Gran Juego). El episodio más conocido y cruento fue el de los ingleses Stoddart y Conolly, que, a causa de un grave error diplomático, acabaron arrestados en la prisión de la fortaleza de Bujará, en un pozo infestado de reptiles e insectos, y fueron finalmente ejecutados.

A mediados del s. XIX, Rusia conquistó buena parte del Emirato de Bujará, y lo que quedó de este, incluida la capital, pasó pronto a ser un títere de Rusia. El último Emir, Alim Jan, fue depuesto con la proclamación de la República Soviética Popular de Bujará en 1920, que fue finalmente integrada dentro de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, en las actuales fronteras del país.

Bujará en 2 días

Ark

Comenzamos la visita a Bujará por su ciudadela (Ark), que se encuentra en el extremo norte del actual centro histórico. Frente a ella, una amplia explanada, el Registan, al otro lado de la cual se encuentra la Mezquita Bolohovuz.

Murallas de la fortaleza de Bujará, Uzbekistán (Ark). Muralla antigua de piedra de la ruta de la seda.
Murallas de la fortaleza de Bujará (Ark)

Los orígenes de la ciudadela de Bujará se pierden en la noche de los tiempos, y con ella nació la ciudad. Se cree que hace unos 1500 años se construyó una primera fortaleza, de origen persa (su nombre actual procede del persa arg, que significa ciudadela o castillo), de la cual no queda nada.

A lo largo de la historia de Bujará, de las invasiones de árabes, turcos y de Genghis Khan, la ciudadela fue destruida y reconstruida, adaptándose a los nuevos gobernantes y religiones.

La construcción del edificio actual comenzó con la dinastía shaybánida (s. XVI), y se fue ampliando hasta la invasión persa de 1740. Posteriormente, la dinastía local Manghit (1788-1920) la recuperó y llevó a un último esplendor artístico y militar.

En su apogeo, unas 3.000 personas vivían en esta ciudadela, fundamentalmente el jan o emir y su familia, su harén, nobles con puestos en el aparato burocrático y militares. También hubo presos en las celdas oscuras situadas en la escalera de acceso.

En 1920, el Ark fue parcialmente destruido por un ataque aéreo ruso. Por eso, buena parte de su interior está en ruinas, pero todavía hay cosas interesantes que visitar dentro.

Bujará, Uzbekistán: edificio en el interior de Ark, la fortaleza de Bujará
Dentro del Ark

La entrada al Ark cuesta el estándar 25.000 som (poco más de 2 €). Aunque parezca muy grande, se puede visitar en menos de una hora, pues solo se puede visitar la parte Oeste, que se salvó del bombardeo ruso. En otras zonas hay edificios en ruinas, pero, al menos de momento, no te dejan verlos.

El acceso a la ciudadela siempre se ha producido por la puerta del Registan, aunque la actual la construyeron los persas en la década de 1740. Una vez dentro, encontrarás la Mezquita del viernes (Jo’me masjidi) que utilizaban los habitantes del Ark habitualmente, aunque el jan en ocasiones salía enfrente de la ciudadela a la mezquita Bolo hauz.

Además, siguen en pie el patio central, donde se celebraban las recepciones formales del emir de Bujará (kurinesh khana) y la Chancillería (elchi khanah).

Bujará, Uzbekistán: Mezquita del viernes (Jo'ma masjidi)
Mezquita del viernes del Ark

Al noreste del Ark se encuentra el Zindan, o prisión de la fortaleza. Es una estructura mucho más pequeña que la ciudadela, también de ladrillo, que se visita de forma separada.

Se ve en 15 minutos. Además de las celdas comunes, hay un agujero de 6 metros de profundidad donde se ponía a los presos que merecieran un castigo especial, encadenados al cuello y torturados por serpientes y escorpiones. En este agujero estuvo Charles Stoddart, enviado inglés a Bujará que llegó en 1838, un militar sin dotes diplomáticas, que ofendió al emir en el Ark y atacó a un cortesano.

También acabó en el agujero su compañero Conolly que acudió después en su ayuda. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, el emir Nasrullah Jan ordenó su ejecución 4 años después del incidente.

Bujará, Uzbekistán: Zindan, prisión de la fortaleza donde estuvieron presos los ingleses Stoddart and Conolly
Zindan: prisión de la fortaleza

Mezquita Bolo hauz

La Mezquita Bolo Hauz (o Bolohovuz) se encuentra en el Registan, enfrente del Ark (esta disposición se conoce como kosh). Su nombre significa literalmente “por encima del estanque”, pues hay un gran estanque justo delante de la mezquita, cosa que era habitual en Bujará.

Bujará, Uzbekistán: mezquita Bolo hauz (Bolohovuz)
Mezquita Bolo Hauz

La construcción de la mezquita Bolohovuz comenzó en 1712. Era la mezquita personal del jan de Bujará, aunque también era muy espaciosa para que pudieran asistir gran parte de los habitantes de Bujará a la oración principal del viernes. Cuando asistía el jan, se disponía una alfombra desde la puerta de la ciudadela hasta la mezquita, y aunque no acudiera, se recitaba su nombre en las oraciones del viernes.

Se trata de una de las últimas grandes obras arquitectónicas de Bujará. Se diseñó con un amplio espacio interior para el frío invierno de Bujará y con un iwan de 20 columnas  talladas de madera orientado al Este, bien ventilado, para los veranos abrasadores.

Aún hoy podrás ver oraciones multitudinarias en esta mezquita, que sigue en pleno funcionamiento. No hay visitas turísticas, pero si lo pides, te dejarán entrar para ver el interior.

Bujará, Uzbekistán: Interior de la mezquita Bolo hauz
Interior de la mezquita Bolo hauz

Parque de los Samánidas

Antes de volver al meollo del centro de Bujará, seguimos hacia el Oeste desde la Mezquita Bolohovuz, hasta el Parque de los Samánidas. Este es un lugar muy interesante, pues además de sus notables edificios históricos, podrás ver algo de la vida local ya que es un parque de atracciones de acceso gratuito (más parece una feria). Además, su extremo norte da paso al bazar central de Bujará, también muy autóctono.

Bujará, Uzbekistán: Mausoleo de Ismail Samani o de los samánidas
Mausoleo de Ismail Samani

Da nombre al parque el Mausoleo de Ismail Samani o Mausoleo de los Samánidas. Los samánidas fueron una dinastía de origen persa que gobernó Bujará y toda la Transoxiana como vasallos del califato abasí.

Construido entre los siglos IX-X, este es el mausoleo islámico más antiguo de Asia Central y el edificio más antiguo de Bujará, uno de los pocos que sobrevivieron a la invasión de Genghis Jan. Este mausoleo se ha conservado intacto gracias a que quedó enterrado y olvidado hasta su descubrimiento en 1930.

Este mausoleo presenta una arquitectura muy diferente al del resto de Bujará. Su estructura se asemeja a la de los templos del fuego zoroastristas de los persas sasánidas, pero añade una decoración muy original y equilibrada, parece como una cesta de mimbre.

Bujará, Uzbekistán: Mausoleo de Chashma Ayub (Pozo de Job), ahora museo de la gestión del agua en Uzbekistán
Mausoleo de Chashma Ayub

En poco más al norte se encuentra el Mausoleo Chashma Ayub (literalmente “Pozo de Job”), de los s. XII-XVI. Su interior aloja ahora un pequeño museo sobre la gestión del agua en Uzbekistán, desde los sistemas de aprovechamiento del agua en en Bujará y su oasis en la antigüedad y la época moderna hasta el desastre del Mar de Aral.

Muy cerca de este mausoleo comienza el bazar central de Bujará, donde dimos un paseo para ver el ambiente autóctono y probamos unas somsas.

También cerca del Mausoleo Chashma Ayub, al oeste, hay una pequeña sección de la antigua muralla de Bujará y una de sus puertas, que no sale en muchas guías.

Bujará, Uzbekistán: puestos en el bazar central
Bazar central de Bujará

Al otro lado del parque de atracciones hay dos madrasas, frente a frente (en la típica disposición qosh, por lo que a veces aparecen como Madrasa Qosh). La Madrasa Madari Jan (de la madre del jan) es la más antigua y pequeña de las dos. Enfrente, la Madrasa de Abdullah Jan sigue un estilo similar. Prescinden de la ortodoxia islámica que mandaba que las madrasas debían tener un eje orientado a la Meca.

Ambas fueron construidas por Abdullah Jan II (1557-1598), el último gobernante de la dinastía shaybánida, que construyó numerosos edificios en Bujará, incluyendo los representativos bazares con cúpula. De todos modos, estas madrasas parecen arte menor al lado de otras construcciones anteriores y posteriores de Bujará.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa Madari Khan (Madrasa Qosh)
Madrasa Madari Khan

Poi Kalyon

Gran mezquita antigua y minarete histórico de la ruta de la seda en Bujará, Uzbekistán. Decorados con motivos geométricos y azulejos de colores.
Poi Kalon: Mezquita y minarete al atardecer

Desde el Parque de los Samánidas retornamos al Registan y al corazón del centro de Bujará. Allí se encuentra su conjunto más representativo e impresionante: la plaza Poi Kalyon.

Poi Kalyon (también escrito Po-i-Kalyan) es el conjunto formado por la Mezquita Kalyon, la Madrasa Mir-i-Arab, enfrente, y el Minarete Kalyon. Este lugar es especialmente mágico al alba y al ocaso, cuando el sol hace centellear los azulejos de la mezquita y la madrasa, respectivamente.

La Mezquita Kalyon es la mezquita mayor de Bujará y la tercera mezquita más grande de Asia Central.

Durante la dinastía karajánida (s. XII) se construyó una gran mezquita en este lugar que fue destruida por el ejército de Genghis Jan. Las ruinas permanecieron durante varios siglos, hasta que comenzó la construcción de la actual mezquita, terminada hacia 1530.

La Mezquita Kalyon sigue una estructura similar a la de Bibi Janum en Samarcanda, con una entrada con cuatro iwanes, dos grandes cúpulas y un amplio patio interior. Mide unos 130 x 80 metros y sus arcos soportan 288 pequeñas cúpulas.

Desafortunadamente, durante nuestra visita la Mezquita Kaylon estaba cerrada por restauración.

Bujará, Uzbekistán: La cúpula y el pishtaq interior de la mezquita Kalyon
La cúpula y el pishtaq interior de la mezquita Kalyon
Bujará, Uzbekistán: Minarete Kalyon Minar
Minarete Kalyon

El Minarete Kalyon es lo único que queda de la primitiva mezquita del s. XII, pues Genghis Jan decidió salvarlo, dicen que impresionado por su belleza desde que lo divisó a las afueras de la ciudad.

El Minarete Kalyon mide 47 metros de altura y está profusamente decorado con motivos geométricos creados por el relieve de los ladrillos (las pequeñas bandas de azulejos de colores fueron un añadido posterior).

Se dice que su arquitecto tuvo gran cuidado en que perdurase, con cimientos de 10 metros de profundidad, dejando que el mortero de la estructura fraguara durante dos años antes de colocar los ladrillos exteriores y con una inclinación que proporciona protección antisísmica.

Cuenta la leyenda, además, que pidió ser enterrado bajo el minarete para que si caía, lo hiciera sobre su cabeza.

La Madrasa Mir-Arab fue la última construcción del conjunto Poi Kalyon: se construyó en 1535, al finalizar la nueva Mezquita Kalyon.

Sigue el modelo de otras madrasas de la época, con un pishtaq exquisitamente decorado con fayenza y dos cúpulas turquesas. Mir-Arab significa “príncipe de los árabes” y se refiere a Sheikh Abdullah Yemeni, jefe de la comunidad islámica de Bujará cuando se construyó y consejero espiritual de varios janes de Bujará. Está enterrado en la madrasa.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa Mir-Arab al atardecer
Madrasa Mir-Arab al atardecer

La gran particularidad de la Madrasa Mir-Arab es que, a diferencia de muchas otras que encontrarás en las ciudades históricas de Uzbeksitán, sigue funcionando como madrasa (centro de estudios islámico). De hecho, fue la única madrasa que se mantuvo en funcionamiento durante la época soviética.

Por eso, generalmente no se puede visitar su interior, pero puedes asomarte al patio y ver las hujras, todavía hoy habitaciones de los estudiantes, decoradas con azulejos.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa Mir-Arab, patio interior
Patio de la Madrasa Mir Arab

Por último, la Madrasa Amir Alimkhan (también referida como Kanaqah, lugar de encuentro sufí) se encuentra detrás del Minarete Kalyon.

Se trata de una madrasa del s. XVIII a la que se añadió un hammam (baño) posteriormente. Lleva el nombre del último emir de Bujará, aunque su construcción es anterior.

Tan cerca de un conjunto monumental como el Poi Kalyon, es un edificio que pasa desapercibido, aunque tiene una decoración interesante. En cualquier caso, está cerrado al público.

Continuando por detrás de la Mezquita Kalyon hay otra joya oculta, la Mezquita Hoja Zayniddin, de mediados del s. XVI. Es una mezquita blanca con un pórtico de madera, que continúa activa. Lo mejor está en la decoración interior, así que no te la pierdas si tienes la ocasión de entrar.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa o Kanagha Amir Alim Khan
Madrasa Amir Alimkhan

Toqi zargaron

Saliendo desde el Poi Kalyon hacia el centro te encontrarás rápido el primero de los toqi, edificios comerciales con cúpulas, el toqi zargaron, antiguo mercado textil. Se encuentra estratégicamente situado en el cruce entre dos de las calles más importantes de la vieja Bujará.

Bujará, Uzbekistán: Toqi zargaron (cúpula de mercaderes del textil)

Atravesando el toqi zargaron llegarás a las preciosas madrasas de Abdulaziz Khan y Ulug Beg.

Madrasa Abdulaziz Khan y Madrasa Ulug Beg

Bujará, Uzbekistán: Madrasa de Ulug Beg
Madrasa de Ulug Beg

Pocos metros después de atravesar el toqi zargaron se llega a dos bellas madrasas dispuestas frente a frente (kosh): la Madrasa de Ulug Beg y la Madrasa de Abdulaziz Jan.

La Madrasa de Ulug Beg es la más antigua, construida hacia 1420, y uno de los pocos edificios de Bujará de la época timúrida. Durante este tiempo Bujará había perdido importancia en favor de Samarcanda, pero la construcción de esta madrasa pudo ser el inicio de su renacer cultural, al atraer a pensadores y estudiantes.

La madrasa es bastante sencilla, pero armoniosa, y no ha sido apenas reconstruida. Estaba flanqueada por 4 torres en forma de minarete que se han perdido. En la caligrafía del iwan se lee “la sabiduría es el deber de todo hombre y mujer musulmanes“.

En el interior, su aspecto es peor, pues se han perdido bastantes de sus azulejos decorativos. Tiene algunas características interesantes: en el piso superior las ventanas están comunicadas formando un corredor continuo. Desde la entrada, se puede pasar al patio directamente, pero también a una mezquita a la izquierda y un aula a la derecha.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa de Ulug Beg, interior
Patio de la Madrasa de Ulug Beg

La Madrasa de Abdulaziz Jan se construyó unos 130 años después, enfrente de la de Ulug Beg. Su pishtaq es mucho más elaborado, probablemente de los más hermosos de Bujará. El frente tiene una elaborada decoración en la que aparecen dragones chinos y los iwanes presentan elaborados mocárabes policromados.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa de Abdulaziz Jan al atardecer, con fachada con preciosos mocárabes
Madrasa de Abdulaziz Jan

Dentro encontrarás mercaderes vendiendo sobre todo productos textiles. A la izquierda de la entrada se encuentra la mezquita de invierno, y a la derecha la sala de lectura. En esta hay un museo de pago, que es más interesante por ver la decoración interior que por la exposición en sí.

La mezquita de verano se encuentra en el patio. Aunque también se han perdido la mayoría de los azulejos del patio, la sala de lectura y las mezquitas conservan interesantes frescos.

Bujará, Uzbekistán: Madrasa de Abdulaziz Jan: interior con frescos
Interior de la Madrasa de Abdulaziz Jan

Calle Khalkikat y Toqi telpakfurushon

Saliendo de las madrasas, puedes tomar la calle Khalkikat, hacia el sur, una agradable amplia avenida comercial abierta a mediados del s. XVI bajo el reinado de Abdullah Jan II, y que sigue siendo la principal calle comercial del centro de Bujará, en la que podrás encontrar artículos de calidad. En esta calle se encuentra el Tim de Abdulla Jan, un amplio espacio comercial cubierto que sigue utilizándose como tal.

 

Bujará, Uzbekistán: Dentro del Toqi telpakfurushon de noche
Dentro del Toqi telpakfurushon

La calle Khalkikat te llevará a otro espacio muy representativo de la ciudad como es la plaza Devonbegi. Pero para llegar hasta allí, deberás atravesar otra de las cúpulas comerciales, el toqi telpakfurushon, aún más grande que el toqi zargaron, donde se vendían sombreros. Continuando hacia el sur por este eje comercial se llega al toqi sarrafon (el persa “cúpula de los cambiadores de divisas”).

Bujará, Uzbekistán: Toqi sarrafon
Toqi sarrafon

Mezquita Magoki Attori

Atravesando el toqi telpakfurushon llegarás a un amplio espacio donde se encuentran las ruinas de un baño (hammam) y las excavaciones del caranvasar.

Bujará, Uzbekistán: Excavaciones del caranvasar
Excavaciones del caranvasar

Pero lo que más llama la atención es la Mezquita Magoki Attori, otro de los pocos edificios que quedan en Bujará anteriores a la invasión mongola.

Construida en el s. XII, se piensa que esta es la mezquita más antigua de Asia Central y se erigió sobre un antiguo templo zoroastrista de la época sogdiana. Antes de la llegada del islam, ya había aquí un gran mercado, que continuó vendiendo ídolos paganos incluso después de la islamización de Bujará.

Bujará, Uzbekistán: Portada antigua de la Mezquita Magoki Attori
Mezquita Magoki Attari

La Mezquita Magoki Attori presenta una estructura algo extraña debido a los añadidos que se le hicieron en el s. XVI. En la parte baja se conserva la entrada original, con una decoración muy diferente a la de otras mezquitas de Uzbekistán. A los lados de la puerta, las columnas parecen representar rollos de pergamino, probablemente un motivo pre-islámico.

Si llegas a la mezquita desde Labi Hovuz verás el pishtaq añadido en el s. XVI. Como la calle ya estaba a otra altura, hay un gran desnivel entre las dos entradas que se salva con una empinada escalera, algo muy extraño en un edificio tan pequeño.

Labi Hovuz

Labi Hovuz es la plaza más animada de Bujará. Ahora que el Registan es un espacio duro, casi de paso, aquí es donde se juntan todos los turistas y también es uno de los lugares preferidos de los autóctonos, al menos para hacerse fotos de bodas.

Bujará, Uzbekistán: Lobi hovuz, devonbegi. Plaza central con estanque
Lobi hovuz

Labi Hovuz se organiza alrededor de un estanque octogonal (de ahí su nombre, Lyab-i Hauz, en persa significa “al lado del estanque”). Al Oeste se encuentra la Khanaqah Nodir Devonbegi, del s. XVII, que lleva el nombre del visir que la mandó construir, tío de Imam Quli Jan, gobernante de Bujará de la nueva dinastía karajánida.

Ahora, la Khanaqah alberga una pequeña exposición arqueológica. En el interior, tiene un precioso mihrab de mocárabes de colores.

Bujará, Uzbekistán: Khanaqah Nodir Devonbegi, teke sufí
Khanaqah Nodir Devonbegi
Bujará, Uzbekistán: mihrab de la Khanaqah Nodir Devonbegi
Khanaqah Nodir Devonbegi: mihrab

En el otro extremo de Labi Hovuz se encuentra la Madrasa Nodir Devonbegi, también del s. XVII, su monumento más característico. Su estructura  es más de caranvasar que de madrasa, pues la puerta principal da directamente al patio (en las madrasas hay una pared interior que impide que el patio sea visible desde la entrada).

Es posible que este edificio comenzase a construirse como caranvasar, pero después se modificara su uso a madrasa, ya que el comercio de la ruta de la seda entró en declive en el s. XVII, pero Bujará continuó siendo un gran centro cultural al que acudían numerosos estudiantes que necesitaban madrasas.

Lo más característico de la Madrasa Nodir Devonbegi es la decoración de azulejos de su iwan, que representa pájaros fantásticos a los lados de un disco solar con cara humana. Esta desviación de la prohibición islámica de representar personas y animales no era rara en la época y también se da en la Madrasa Sher-Dor de Samarcanda.

Precioso mosaico de fayenza, cristales de colores, pájaros y sol sobre fondo azul de la Madrasa Nodir Devonbegi, en la ruta de la seda, Bujará, Uzbekistán
Detalle de la portada de la Madrasa Nodir Devonbegi en la plaza Lyabi Hauz

Actualmente, el patio de la madrasa es un restaurante para turistas en el que se organizan espectáculos de música y danza tradicionales todas las tardes.

Delante de la Madrasa Nodir Devonbegi se encuentra la estatua de Khoja Nasreddin, un personaje de la tradición sufí que aparece en múltiples relatos para ilustrar las enseñanzas y filosofía sufíes.

Bujará, Uzbekistán: patio interior de la Madrasa Nodir Devonbegi
Interior de la Madrasa Nodir Devonbegi

El tercer gran monumento del conjunto Labi Hovuz es la Madrasa Ko’kaldosh, al norte de la plaza, un poco más antigua que los edificios anteriores, pues se construyó en 1569. Porta también el nombre de su promotor, el Qul Baba Kukeldash, emir bajo Abdullah Jan II.

La Madrasa Ko’kaldosh estaba inicialmente decorada con coloridos y elaborados azulejos, pero después de un fuerte terremoto, se rehízo la decoración con una más económica mayólica. Es una madrasa grande, con 160 hujras en dos plantas donde podían vivir hasta 300 estudiantes.

Bujará, Uzbekistan: Madrasa Ko´kaldosh
Madrasa Ko'kaldosh

Chor Minor

Continuando al este de Labi Hovuz, abandonando el meollo del centro histórico de Bujará se llega en menos de 10 minutos a pie a la Chor Minor (en persa “cuatro torres”). La estructura que vemos hoy era la puerta principal de una gran madrasa, que ha desaparecido, y fue construida en 1807 por un rico mercader turco.

Bujará, Uzbekistán: Chor Minor, puerta de una antigua madrasa con cuatro torres
Chor Minor

En su interior ahora hay una tienda. Por 50.000 soms puedes subir a la cúpula para ver las características cuatro torres de cerca. Se cree que la parte interior de la cúpula se utilizaba como biblioteca. Se ha dicho que el diseño con cuatro altas torres se inspiró en un edificio similar de Hyderabad (India), pero lo cierto es que tampoco desentona en la arquitectura de Bujará.

Barrio judío

Justo al sur de Labi Hovuz se encuentra el barrio judío de Bujará. Los judíos representaron en tiempos una minoría muy importante en esta ciudad, con gran influencia en su gastronomía. Ahora quedan muy pocos, pero en el barrio judío se puede visitar una antigua sinagoga, así como una casa judía.

Bujará, Uzbekistán: barrio judío, casa judía
Casa judía

Casa de Fayzulla Khodjaev

A unos 10 minutos a pie desde Labi Hovuz, hacia el sur, se encuentra la Casa de Fayzulla Khodjaev, un lugar que no te puedes perder. De camino, podrás ver algunas madrasas y mezquitas antiguas más, aunque no son tan espectaculares como las típicas del centro, como el complejo Khoja Gaukushan o la mezquita Imam Gazoli Vali.

Fayzulla Khodjaev (pronunciado Joyaev) fue el hijo de un rico mercante, pero él se dedicó a la política. Después de estudiar en Moscú, creó la sociedad secreta de los Jovenes Bujaríes a semejanza de los Jóvenes Turcos de Mustafa Kemal, que proponía la modernización (u occidentalización) del Islam y de la sociedad en general. Después, fue presidente de la RSS de Uzbekistán hasta que fue purgado y ejecutado por Stalin en 1938.

La casa de su padre, típica de la alta burguesía de la Bujará del s. XIX ha sobrevivido estupendamente a los avatares del s. XX y es hoy uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil del s. XIX en Bujará.

Antigua casa uzbeca, estilo túrquico con influencia rusa en Bujará, Uzbekistán
Casa de Fayzulla Khodjaev

Al llegar, cruzarás un amplio patio hasta llegar a la entrada principal de la casa, pequeña y austera, escondiendo el lujo de la casa. La casa se organiza en forma de U, con un precioso iwan con columnas de madera tallada, cuyas paredes están decoradas con frescos en los que dominan el azul y el rojo con motivos vegetales y geométricos.

Sus interiores están decorados con un estilo similar en estuco, lleno de color. Nos llamaron la atención las paredes con huecos con formas para colocar distintas piezas de vajilla de forma decorativa, presentes en otros palacios de finales del s. XIX en Uzbekistán.

uzbekistan bukhara fayzulla khodjaev house interior room - Bujará: vive la ruta de la seda - Drive me Foody
Bujará, Uzbekistán: Casa de Fayzulla Khodjaev, interior

Sitorai Mohi Xosa

Sitorai Mohi Xosa es el Palacio de verano del último Emir de Bujará, Said Alimkhan, que gobernó hasta 1920, cuando Bujará se incorporó a la URSS, aunque era ya un vasallo de Rusia.

Se encuentra a 4 km al norte de Bujará, ya fuera de la ciudad. Un taxi te llevará por unos 20.000 o 30.000 soms. También se puede llegar en los autobuses 17, 37 y 53.

Bujará, Uzbekistán: Patio del Palacio de verano del Emir (Sitorai Mohi Xosa)
Patio principal del Palacio de verano

Este complejo palaciego se construyó en un estilo que recuerda al orientalismo ruso, una mezcla de arquitectura romántica europea y motivos arabizantes y propios de Asia Central.

El edificio más importante es el palacio propiamente dicho, con tres alas alrededor de un patio rectangular: el salón blanco y un ala cubierta decorada en celeste y oro. Aquí se celebró la primera reunión del sóviet de Bujará en 1920.

El interior ahora expone objetos personales del emir, pero lo más interesante es su recargada decoración, mezclando estuco, cerámica y vidrio, con chimeneas a la rusa, motivos islámicos típicos de Asia Central y otros europeos.

Bujará, Uzbekistán: Dentro del Palacio del Emir (Sitorai Mohi Xosa)
Dentro del Palacio del Emir

En el jardín, el emir criaba pavos reales y sigue habiendo algunos por allí. Enfrente del palacio se encuentra la Casa de invitados, un edificio más pequeño, pero también con una decoración suntuosa y elegantísimos techos.

Bujará, Uzbekistán: Dentro de la Casa de invitados del Palacio de verano del Emir (Sitorai Mohi Xosa)
Casa de invitados
Bujará, Uzbekistán: Dentro de la Casa de invitados del Palacio de verano del Emir (Sitorai Mohi Xosa)
Casa de invitados

Más allá del palacio, hay una pequeña plataforma a la que el emir se subía para divisar el complejo desde arriba. Enfrente, el harén, un palacete de estilo oriental con soportales que se refleja en un estanque.

Bujará, Uzbekistán: Harén del Palacio de veranodel Emir (Sitorai Mohi Xosa)
Harén del Palacio de verano

Dónde comer en Bujará

Comida de Uzbekistán, vaguri, chuletas de cordero en parrilla con presión, plato típico de Bujará
Vaguri (chuletas de cordero)

Además de los onmipresentes platos uzbecos como el plov, shashlik o las sopas, la gastronomía de Bujará tiene también algunas especialidades locales que solo podrás probar aquí, o en restaurantes de cocina de Bujará en otras ciudades de Uzbekistán.

Vaguri es uno de los más característicos. Son chuletas de cordero asadas en una parrilla por los dos lados, aplicando presión, de forma que la carne queda tostada y muy crujiente.

También probamos el Jiz, otro plato muy típico de origen uigur: ternera salteada con salsa de soja, que te recordará a la cocina china.

La cocina de Bujará tiene también influencias de la tradición judía, pues los judíos fueron una parte importante de la población de la ciudad durante siglos. Por ejemplo, el plov en Bujará se cocina en tres ollas separadas y los ingredientes solo se combinan al final.

 

Cocinando plov en Bujará, Uzbekistán
Cocinando plov en Bujará

Bujará nos pareció la ciudad de Uzbekistán con la mejor oferta de restaurantes y bares en el centro de la ciudad seguramente porque es donde los turistas se quedan más tiempo, ya que sus calles (grandes monumentos aparte) tienen más encanto que las de Samarcanda.

Como hay muchísimos turistas rusos, hay lugares pensados específicamente para ellos, algunos de los cuales son exageradamente caros, algo que no vimos en el resto del país.

Vamos con las recomendaciones de restaurantes:

Old Bukhara es uno de los restaurantes más conocidos del centro de Bujará. Es un lugar muy agradable, con patio y una primera planta con vistas. La comida está buena, pero es muy turístico y algo caro para Uzbekistán.

Hablando con un local una noche en un bar nos recomendó Al Buxoriy Umedjon oshlari: plov 100% autóctono (solo vimos uzbecos). La carta solo está en ruso y en uzbeco, como es habitual en estos lugares, pero es muy fácil pedir plov. Está al sur de la ciudad, pero un taxi desde el centro te costará unos 20.000 som.

Chinar es un restaurante bastante grande, a unos 200 metros de Lobi Hovuz. No está mal y tiene muchos platos uzbecos y típicos de Bujará.

 

Bujará, Uzbekistán: Plov en Al Buxoriy Umedjon oshlari, 100% autóctono
Plov en Al Buxoriy Umedjon oshlari, 100% autóctono

Para cenar y tomar algo, Chalet, justo al Este de Lobi Hovuz tiene una cocina bastante decente y, sobre todo, es el bar con más ambiente nocturno de Bujará, donde se reúnen turistas y locales.

Abre todos los días hasta las 2 de la mañana. Hay buena música, buen ambiente, shishas y cerveza uzbeca Sarbast de grifo, filtrada o sin filtrar.

Esta entrada tiene 3 comentarios

Los comentarios están cerrados.