Tashkent (en uzbeco Toshkent) es la capital de Uzbekistán y la ciudad más poblada de la Asia Central ex-soviética. Los viajes organizados a Uzbekistán la pasan de largo, e incluso mucha gente que viaja por libre, pero esto es un error: merece la pena pasar dos días en Tashkent.
Tashkent es una ciudad histórica, muy importante en las rutas de la seda. Sin embargo, el devastador terremoto de 1966 destruyó el 70% de la ciudad, especialmente lo más antiguo. Por eso, quedan ahora pocos edificios históricos,y estos no son tan espectaculares como los de Samarcanda o Bujará.
Las autoridades soviéticas reaccionaron rápido al terremoto y se lanzaron a reconstruir la ciudad, según los modelos urbanísticos de la época. Aún hoy, cuando llegas a Tashkent después de haber visitado otras ciudades uzbecas, parece que estás en otro país.
Tashkent es una ciudad mucho menos turística que las ciudades emblemáticas de la ruta de la seda y, por eso, es mucho más auténtica: aquí podrás conocer el verdadero Uzbekistán urbanita, y aquí confluyen los uzbecos de todas las regiones en búsqueda de oportunidades de estudio y empleo.
Tashkent es la única ciudad de Uzbekistán en la que hay algo de ambiente nocturno, aunque es muy reducido y controlado para una ciudad de tres millones de habitantes con tanta gente joven, pero merece ser explorado.
Por todo esto, y por unos interesantes museos que te enseñan mucho de la cultura de Uzbekistán, sobre todo de la cultura actual, no puedes dejar de ir a Tashkent si visitas Uzbekistán. Además, te resultará sencillo pues es probable que llegues al país por su capital o vuelvas a casa desde aquí.
¡Echa un vistazo a estos otros artículos sobre Uzbekistán en DriveMeFoody!
Cómo llegar a Tashkent
El aeropuerto internacional Islam Karimov de Tashkent (TAS) tiene vuelos a múltiples destinos, incluido Estambul. De hecho, es una buena opción para comenzar tu viaje en Uzbekistán.
El aeropuerto se encuentra al Sur de la ciudad, a unos 8 km del centro (20 minutos en coche con poco tráfico). Un taxi debería costarte unos 35.000 som (3 €) si lo pides desde tu hotel, pero desde el aeropuerto te pedirán el triple o más para llegar a la ciudad.
La nueva línea circular de metro que se encuentra en construcción llegará al aeropuerto.
Desde Tashkent puedes llegar en tren de alta velocidad a Samarcanda (2h10) y Bujará (4h). A Jiva todavía no llega el tren de alta velocidad, pero hay un tren directo Tashkent-Jiva que tarda 16 horas (puedes recortarlo a 11 horas si tomas el tren de alta velocidad en Bujará). También puedes ir en avión a Urgench (1h), cerca de Jiva.
Los billetes son bastante baratos, en torno a 10 € o menos y se pueden comprar fácilmente en la página web oficial de la empresa de ferrocarriles de Uzbekistán: https://railway.uz/en/
La estación de tren se encuentra al Sureste de la ciudad. Puedes llegar fácilmente en metro, a la estación Toshkent.
Por cierto, recuerda contratar un seguro de viaje antes de volar a Uzbekistán. Nosotros recomendamos los seguros de IATI, por sus coberturas y servicio. Si utilizas nuestro enlace para contratar tu seguro IATI te beneficiarás de un descuento exclusivo del 5% y nos apoyarás para seguir escribiendo sobre nuestros viajes.
Cómo desplazarse por Tashkent
La mejor forma de desplazarse por Tashkent es en transporte público, especialmente en metro.
Los desplazamientos en metro son muy rápidos, y la frecuencia es buena. Las estaciones están bastante alejadas entre sí (generalmente unos 20 minutos andando) y los trenes cogen mucha velocidad. El horario del metro es de 5:00 a 0:00.
El Metro de Tashkent tiene 4 líneas, aunque solo utilizarás las tres primeras: Chilonzor (roja), O’zbekiston (azul) y Yunsobod (verde). La otra es la nueva línea circular, aún en construcción, una gran circunvalación por las afueras, que probablemente solo necesites para ir al aeropuerto.
El sistema de transporte público se complementa con los autobuses, útiles para distancias más cortas o para llegar desde el metro al lugar al que quieres ir, ya que a veces las distancias se hacen largas.
En ambos casos, el billete cuesta 1.400 som (0,13 €) y lo puedes pagar fácilmente con tarjeta bancaria sin contacto. Si no la tienes ya, no te olvides de hacerte una tarjeta Revolut para que no te timen con los tipos de cambio y las comisiones en los cajeros automáticos.
Además, el metro es una atracción turística en sí misma. Te invitamos a que visites nuestro artículo 12 estaciones del Metro de Tashkent que no te puedes perder.
Dónde alojarse en Tashkent
En Tashkent generalmente no encontrarás esas casas de huéspedes típicas de otras ciudades de Uzbekistán como Samarcanda o Jiva. Como en cualquier gran ciudad, hay hoteles, normalmente grandes, de la época soviética o más modernos, y apartamentos tipo Airbnb.
En cualquier caso, los alojamientos son más baratos para la misma calidad que en las zonas turísticas de Uzbekistán.
Es fundamental que tu hotel esté cerca de una parada de metro. Además, recomendamos alojarse cerca de la Plaza Amir Timur (el centro de la ciudad nueva), la zona con más vida, o bien en el centro histórico de Tashkent (cerca de Chorsu).
El Hotel Uzbekistán en la misma Plaza Amir Timur era el principal hotel de la época soviética, toda una institución, y uno de los edificios soviéticos más interesantes de Tashkent. Muchos viajeros lo eligen por vivir una experiencia o por su arquitectura, aunque dicen que las instalaciones necesitan una buena reforma.
Nosotros nos alojamos en Shodlik Palace, entre el centro nuevo y el antiguo, también de la época soviética aunque algo más nuevo.
Un poco de historia de Tashkent
Tashkent tiene más de dos mil años de historia. Según las crónicas antiguas, entre el s. V y el III a.C. existía en esta zona una ciudad llamada Chach (después Chachkand, y de ahí el moderno Tashkent), que llegó a ser capital de un principado.
Como el resto del actual Uzbekistán, Tashkent fue conquistada por los árabes a principios del s. VIII. A finales del s. IX, la dinastía persa de Ismail Samani (samánidas), consiguió la independencia del Califato abasí, dominando también la actual capital uzbeca.
Genghis Jan destruyó la ciudad en 1219 y diezmó su población. Pero Tashkent era una ciudad cerca de un oasis estratégicamente situada en las rutas de la seda, y a las puertas del montañoso y fértil valle de Ferganá, y recobraría su importancia.
Tashkent fue un ciudad estratégica para Amir Timur, punto casi obligado de paso para sus campañas frente a sus enemigos de oriente. Durante la época timúrida, Tashkent fue reconstruida y se convirtió en un centro comercial, cultural y religioso relevante, aunque siempre subordinado a Samarcanda, y después al Janato de Bujara, bajo la dinastía shaybánida.
En 1598, tras una guerra entre el Janato de Bujará y el Janato kazajo, sucesor de la Horda de Oro, Tashkent y otras ciudades del Syr Darya pasaron bajo control kazajo hasta el s. XVIII, divergiendo su historia de la de Samarcanda.
En 1784, Yunus Khoja creó un estado independiente de Tashkent, que fue conquistado por el Janato de Kokand (en el valle de Ferganá) en 1809. Entonces Tashkent era una de las ciudades más ricas de Asia Central y tenía una población de unos 100.000 habitantes.
En 1865, el general ruso Chernyayev, desoyendo las órdenes del zar y en inferioridad numérica, consiguió conquistar Tashkent tras un ataque sorpresa. Tashkent pasó a formar parte del Imperio Ruso como capital de la región del Turkestán.
El ferrocarril Transcaspiano llegó en 1889 a la ciudad, y con él la población y cultura rusas. A principios del s. XX el 20% de la población de Tashkent eran rusos. Los rusos iniciaron un gran desarrollo de la ciudad, creando una ciudad nueva, al este de la ciudad antigua, con avenidas paralelas conectadas por otras semicirculares.
También llegaron los vientos de la revolución rusa. Con el establecimiento de la Unión Soviética, Tashkent se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética Autonóma del Turkestán, que en 1924 dio paso a las actuales repúblicas de Asia Central. Tashkent se convirtió entonces en la capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas industrias soviéticas se relocalizaron lejos del frente y, en particular, a la zona de Tashkent. También llegaron refugiados de las zonas de guerra y comunistas alemanes, de forma que la población de Tashkent creció rápidamente hasta el millón de habitantes.
El desarrollo de Tashkent continuó hasta el terremoto de 1966, de 7,0 en la escala Richter. Este terremoto destruyó el 70% de la ciudad, especialmente los viejos edificios del centro histórico. Tashkent fue rápidamente reconstruida según los modelos urbanísticos de la época, con grandes avenidas, plazas y parques y edificios emblemáticos a la altura de una capital de república soviética.
Desde la independencia de Uzbekistán en 1991, bajo el gobierno autoritario de Islom Karimov, muchos edificios emblemáticos de la época soviética desaparecieron y ha continuado el desarrollo urbano y el crecimiento de la población (unos 3 millones actualmente).
Ahora hay muchos edificios modernos, algunos bastante kitsch, un nuevo centro financiero con hoteles enormes de cadenas internacionales como Hilton, y los monumentos a Lenin y Stalin han dado paso a otros a la gloria del presidente Karimov.
Hoy, Tashkent es una ciudad con un corazón antiguo eclipsado por el urbanismo soviético y la arquitectura monstruosa desde la independencia. Es la ciudad con más vida de Uzbekistán, donde hay más oportunidades y pasan más cosas, pues la inversión económica se ha centrado en la capital en las últimas décadas.
Pero también se nota el control de un Estado autoritario, con policías turísticos por doquier, sobre todo en el metro, e incluso policía en los bares.
Qué ver en Tashkent
Ciudad vieja
Calle Zarkaynar
Metro: la estación más cercana es G’afur G’ulom (línea O’zbekiston, azul).
Cuando te bajes del metro verás enormes autopistas urbanas con grandes edificios de viviendas. La calle histórica Zarkaynar se encuentra a aproximadamente un 1 km del metro, por una avenida circular alrededor del Parque Abdulla Qodiriy (actualmente cerrado).
De repente, se abandonan los mastodónticos edificios y se llega a lo que parece una ciudad totalmente diferente, con casas de piedra y madera, calles irregulares, conducciones de agua y gas por la calle pintadas de amarillo y un estilo de vida más relajado.
Este Tashkent recuerda a los barrios antiguos de Samarcanda mucho más que a la moderna ciudad nueva, es como viajar del antiguo Uzbekistán a la modernidad global en solo una estación de metro.
Antes de entrar en la calle histórica Zarkaynar verás la Mezquita Ohun Guzar, reconstruida en 1850 y superviviente del terremeto.
Centro de la Civilización Islámica
En medio del centro histórico de Tashkent se está erigiendo un mastodonte en estilo neo-timúrida – el Centro de la Civilización Islámica. Verás su enorme cúpula turquesa desde lejos y después advertirás el imponente tamaño del edificio.
Durante nuestra visita, todavía no estaba decorados los iwanes, pero imaginamos que no decepcionarán. En el Uzbekistán post-soviético se lleva más el historicismo kitsch que la arquitectura moderna.
La construcción del centro debería haber terminado en 2021, pero las obras se han demorado algo. Será un enorme edificio, con archivo, biblioteca, salas de exposiciones con manuscritos antiguos, objetos arqueológicos y obras de arte islámico y sala de conferencias.
Complejo Hazrati Imom
Un poco más allá del Centro para la Civilización Islámica llegarás al Complejo Hazrati Imom, el conjunto arquitectónico más importante de la ciudad antigua de Tashkent: Hazrati Imom o Hastimom.
Se compone de la Mezquita Hazrati Imom, la Madrasa Muyi Muborak, que alberga el Corán más antiguo del mundo, la Madrasa Baroq xan y la pequeña Mezquita Tillya Sheij.
La Mezquita Hazrati Imom actúa como puerta de entrada al complejo. Esta enorme mezquita fue construida en unos pocos meses en el año 2007, imitando el estilo del s. XVI, por orden del presidente Islom Karimov sin escatimar gastos: columnas de sándalo de la India, mármol de Turquía y oro para recubrir las cúpulas interiores.
La Madrasa Muyi Muborak (literalmente “del cabello sagrado”), del s. XVI, se construyó como khanaqah sufí. Hoy en día es una biblioteca-museo del Corán. Alberga el Corán más antiguo conocido, escrito en piel de ciervo, que se atribuye a Uthman, yerno de Mahoma. En realidad, análisis científicos lo datan unos 100 años más tarde, en el s. VIII. Este Corán se colocaba en la piedra construida al efecto en la Mezquita Bibi Khanum de Samarcanda.
Sigue siendo venerado por los musulmanes uzbecos y extranjeros. Por eso, la entrada a la Madrasa Muyi Muborak es bastante cara: 60.000 som (casi 6 €). La exposición incluye otros Coranes históricos y Coranes escritos en otros idiomas.
La Madrasa Baroq xan se encuentra al fondo del complejo. Esta madrasa del s.XVI fue construida para estudiantes de Tashkent, por lo que no tiene habitaciones sino únicamente salas de lectura, y por eso es de una sola planta.
Baroq xan fue (o Barak Khan) fue un sobrino del fundador de la dinastía Shaybánida, que sustituyó a los herederos de Amir Timur a principios del s. XVI. Fue gobernador de Tashkent y acabó convirtiéndose en Jan supremo.
La madrasa se desarrolló al unir dos mausoleos (las dos cúpulas pequeñas) y una khanaqah. El terremoto de 1868 destruyó su cúpula principal y no fue reconstruida hasta mediados del s. XX
Entre las dos madrasas, la Mezquita Tillya sheij (“jeque dorado”) es una mezquita congregacional construida en 1890 por un rico comerciante de Tashkent. Esta mezquita era la más grande de la ciudad, tiene una zona exterior de verano y un edificio de invierno para el rezo. Cuando fuimos no se podía visitar.
Por último, en la esquina noroeste del complejo, se encuentra el Mausoleo de Abu Bakr Qaffol, construido en el s. XVI. Qaffol fue un poeta y polímata de Tashkent del s. X.
Chorsu (Bazar central)
Metro: Chorsu, en el mismo bazar (línea O’zbekiston, azul). Unos 20 minutos caminando desde el Complejo Hazrati Imom.
Chorsu significa “bazar cubierto”, y este es el bazar principal de Tashkent. En realidad, la enorme cúpula se ha quedado pequeña y hay cientos de puestos en los aledaños, incluso un bazar organizado en el exterior y muchas tiendas en los aledaños, desde la salida del metro: mercado de flores, tiendas de alfombras, ropa, antigüedades…
Si vas a Tashkent, no dejes de visitar Chorsu. El movimiento de compradores y vendedores es realmente impresionante. Dentro de la cúpula, la parte de abajo se destina a productos frescos, especialmente carne y lácteos, mientras que en la galería superior podrás comprar frutos secos y algunos dulces. Las especias se venden fuera.
Además de disfrutar del bullicio de un bazar totalmente local, es muy buena idea comprar especias – el comino de Samarcanda es espectacular y el cilantro tiene muchísimo aroma – y también pistachos, halva (es diferente a la turca) o frutas secas como el melón. Los encurtidos en Uzbekistán son muy buenos también, pero más difíciles de transportar.
Regatea un poco, pero no esperes que te bajen el precio más de un 20%.
Madrasa Ko'kaldosh
Al salir de Chorsu, en la transitada calle principal, entre más puestos de comida y ropa que no caben en el mercado, encontrarás la Madrasa Ko’kaldosh, construida en época shaybánida (s. XVI).
Esta madrasa se encuentra en lo que antiguamente era el Registan de Tashkent, hoy indistinguible entre las amplias avenidas modernas y el mercado.
La Madrasa Ko’kaldosh ha sufrido muchos avatares durante su historia: fue utilizada como caranvasar en el s. XVIII, como fortaleza por los janes de Kokand… y también sufrió daños por varios terremotos.
Después de la independencia de Uzbekistán, la Madrasa Ko’kaldosh fue restaurada y ahora es, de nuevo, una madrasa activa, con estudiantes que reciben educación islámica y viven en sus celdas (hujras).
Ciudad Nueva
Plaza Amir Temur
Metro: Amir Temur Xiyoboni (línea Chilonzor, roja) / Yunus Rajabiy (línea Yunusobod, verde).
La Plaza Amir Temur es el corazón de la Ciudad Nueva de Tashkent, inicialmente construida por los rusos a finales del s. XIX, poco después de la victoria del general Chernyayev, pero su aspecto actual es el resultado del desarrollo posterior al terremoto de 1966.
La Plaza Amir Temur tiene una forma más o menos semicircular y se encuentra en la intersección entre las calles pararelas y las avenidas semicirculares que definen la Ciudad Nueva.
Actualmente la plaza está dedicada a Amir Temur, conocido en occidente como Tamerlán. gran gobernante de finales del s. XIV considerado ahora héroe nacional de Uzbekistán.
Durante la época soviética se erigió aquí una estatua de Stalin, sustituida en la época de la desestalinización de los años 1960 por otra de Karl Marx. Tras la independencia de Uzbekistán, se decidió dedicar la plaza al héroe nacional y la estatua de Amir Temur a caballo se colocó en el año 2000.
Al fondo, el Hotel Uzbekistán era toda una institución en la época soviética y uno de los mejores ejemplos de arquitectura brutalista en la ciudad. Es mejor verlo al atardecer.
Alrededor de la plaza se encuentra una sala de conciertos, el Museo de la Dinastía Timúrida que visitamos después y la Torre del Reloj.
La Torre del Reloj se construyó tras la Segunda Guerra Mundial para alojar el reloj de una ciudad de Prusia Oriental. Un relojero de Tashkent que iba con las tropas soviéticas que llegaron a la ciudad propuso salvarlo antes de volar el edificio, se lo llevó a su ciudad natal, lo arregló y lo colocó en esta torre construida ad hoc.
En 2009 se construyó una réplica a la derecha de la torre original, que alberga un restaurante.
Al Oeste de la Plaza Amir Temur se extiende la Ciudad Nueva de Tashkent, a lo largo de tres calles paralelas que salen de la plaza y forman el Parque Kashgar y dos anillos exteriores.
El Parque Kashgar es una amplia zona peatonal muy agradable para pasear, con una curiosa fuente historicista. Hay siempre puestos para comprar cosas y comida y en fechas señaladas se organizan ferias.
Museo de la Dinastía Timúrida
Enfrente de la esquina noroccidental de la Plaza de Amir Temur se levanta el Museo de la Dinastía Timúrida, que el presidente Islom Karimov mandó construir para celebrar al héroe nacional y sus descendientes.
El edificio es de estilo neotimúrida, de lo más kitsch de Tashkent, sobre todo en el interior, con una enorme cúpula de azul y oro de la que cuelga una pesada lámpara y grandiosas columnas que si las tocas adviertes que son de plástico.
El museo explica la historia de Amir Timur y su dinastía y contiene objetos de la época timúrida. En realidad, la mayoría son reproducciones y se indica dónde están los originales, recordando el expolio: el Hermitage de San Petersburgo es el principal depositario, pero hay no pocas piezas en el Louvre, Museo Británico e incluso en Berlín y Viena.
También hay fragmentos de algunos grandes edificios timúridas y maquetas a escala de los edificios más representativos de la época en Samarcanda, Bujará y otras ciudades.
Es un museo interesante, en realidad más para comprender cómo es Uzbekistán hoy y cómo se ven los uzbecos que para aprender sobre la historia de los timúridas. No obstante, si no tienes tiempo para ver todos los museos, recomendamos visitar mejor el Museo Nacional de Uzbekistán.
La entrada cuesta 25.000 som (unos 2 €). Si quieres tomar fotografías, debes pagar un permiso (15.000 som), y aquí sí se controla, a diferencia de lo que sucede en los edificios históricos de Uzbekistán que visitamos.
El horario es de martes a domingo de 10 a 18 h.
Palacio de Nikolai Romanov
Metro: Mustakillik maydoni (línea Chilonzor, roja), aunque recomendamos caminar desde la Plaza Amir Temur para conocer la ciudad nueva de Tashkent.
Al salir del Parque Kashgar y muy cerca de la Plaza de la Independencia (Mustakillik maydoni) se encuentra el Palacio del Gran Duque Nikolai Romanov, primo del Zar Nicolás II. El Gran Duque fue desterrado al Turkestán después de una serie de escándalos y tras supuestamente robar tres diamantes a su madre para regalárselos a una amante estadounidense.
Nikolai se estableció en Tashkent, donde realizó algunas obras públicas de importancia y mandó construir su propio palacio en 1890. Allí reunió una amplia colección de arte, que hoy en día se puede visitar en el Museo Estatal de Bellas de Artes (O’zbekiston Davlat Sa’nat Muzeyi en la calle Amir Temur, al sur de la Plaza Amir Temur).
Plaza de la Independencia (Mustaqillik maydoni)
Metro: Mustaqillik maydoni (línea Chilonzor, roja).
Mustaqillik maydoni es una plaza ajardinada monumental, con 7 hectáreas es la más grande de Tashkent. Hasta el s. XIX había aquí una fortaleza, y durante la época soviética se convirtió en un gran espacio para desfiles militares y otros eventos festivos.
Aquí se instaló la estatua de Lenin más grande nunca construida. Después de la independencia, fue sustituida por un monumento con una madre con un niño en brazos y un globo con el mapa de Uzbekistán, que se supone que simboliza el lugar de Uzbekistán en el mundo.
Hay otros monumentos, además de fuentes, incluyendo una con más de 500 chorros. Al fondo, el nuevo Palacio Presidencial, mucho más grande que el de Islom Karimov, la “Casa Blanca” que se ha quedado como museo del primer presidente del Uzbekistán independiente.
Lamentablemente, durante nuestra visita Mustaqillik maydoni estaba cerrada al público, algo que, al parecer, es habitual.
De todos modos, aunque solo se pueda vislumbrar la plaza desde la valla, hay motivos de sobra para ir a Mustaqillik maydoni, pues en sus alrededores hay unos cuantos sitios de interés.
Al otro lado de la estación de metro, se encuentra la Galería de Arte de Uzbekistán, con obras de artistas uzbecos del s. XX. Pero el museo más interesante, tanto por fuera como por dentro es, sin duda, el Museo Nacional de Uzbekistán, que os contamos ahora.
Museo Nacional de Uzbekistán
Metro: Mustakillik maydoni. El Museo Nacional de Uzbekistán (O’zbekiston tarixi davlat muzeyi) se encuentra en la calle Sharof Rashidov Shoh, a unos 400 metros del Palacio de Nikolai Romanov.
El Museo Nacional de Uzbekistán se inauguró en 1970 como Museo de V.I. Lenin con ocasión del centenario de su nacimiento. El edificio, en un estilo brutalista y orientalista, es una de las construcciones más interesantes de la época soviética en Tashkent, aunque no es de las más grandes.
Este museo tiene dos partes diferenciadas que podríamos llamar el Uzbekistán del pasado y el del presente.
La primera planta aloja un típico museo de historia nacional, con una interesante colección arqueológica, con muchos objetos y algunas pinturas, que van desde la antigüedad hasta la época timúrida de toda la geografía del país. Aunque la museografía es muy de los años 90, es un museo interesante.
La segunda planta probablemente te deje perplejo, sobre todo si nadie te ha contado lo que hay. Es algo que solo puedes encontrar en un país como Uzbekistán, con un régimen autoritario. Se trata de una exposición que explica y alaba el Uzbekistán actual: los ferrocarriles de alta velocidad, la aerolínea estatal, la industria y el algodón, el ejército, las escuelas y hospitales…
Vimos una excursión escolar, lo cual suele ser bastante habitual. La profesora explicaba (en inglés) a sus alumnos lo bueno que era el presidente de Uzbekistán y lo bien que funcionaban las cosas allí… con la atenta mirada de un policía.
Por tanto, el Museo Nacional de Uzbekistán es una visita que no te puedes perder durante tu estancia en Tashkent. Aquí no solo conocerás la historia del país, sino cómo es Uzbekistán hoy.
Otros sitios de interés
Fuera del centro de Tashkent – de la Ciudad Antigua y la Ciudad Nueva – hay algunos sitios que merece la pena visitar.
Los 4 primeros lugares de la lista están relativamente cerca, al Sur del centro, y se pueden visitar en una ruta a pie, mientras que la antena de TV está en la zona Norte de la ciudad.
Memorial de los Cosmonautas (Kosmonavtlar)
Metro: Kosmonavtlar (línea O’zbekiston, azul)
A tan solo dos estaciones de metro (con un transbordo) desde Amir Temur, no hay que perderse el Memorial de los Cosmonautas, y, sobre todo, la estación de metro Kosmonavtlar, dedicada a los cosmonautas uzbecos y soviéticos y sus misiones espaciales (también hay sitio para Ulug Beg, el rey astrónomo).
El Memorial de los Cosmonautas (Kosmonavtlar) se encuentra en una zona moderna y amplia inmediatamente al Sur de la Ciudad Nueva de Tashkent.
Este monumento se erigió en 1984 para celebrar a los cosmonautas y científicos uzbecos, y tiene dos estatuas: un busto de Vladimir Dzhanibekov, el cosmonauta más célebre de Uzbekistán, Héroe de la Unión Soviética, que hizo cinco vuelos espaciales; y un monumento más abstracto e interesante dedicado a Ulug Beg, nieto de Amir Temur, que construyó un importante observatorio en Samarcanda y realizó mediciones astronómicas muy reconocidas.
Casa Blanca (Complejo Islom Karimov)
Metro: Kosmonavtlar (línea O’zbekiston, azul). A unos 600 metros del Memorial de los Cosmonautas se encuentra la Casa Blanca, el palacio presidencial de Islom Karimov y el museo anexo.
La Casa Blanca y, sobre todo, el Complejo Islom Karimov para la Ciencia y la Ilustración son otra locura del Asia Central post-soviética que ningún viajero debería perderse. Y aun así, no es un lugar muy visitado en Tashkent.
La Casa Blanca (Ok Saroy) fue el primer palacio presidencial del Uzbekistán independiente, durante el gobierno de Islom Karimov (entre 1990 y su fallecimiento en 2016). Su sucesor, Shavkat Mirziyoyev, decidió construir un nuevo y enorme palacio presidencial en Mustakillik maydoni y dejar la Casa Blanca como un museo para contribuir al culto a Karimov.
Delante de la Casa Blanca hay una estatua del presidente Karimov. El palacio estaba cerrado durante nuestra visita, pero nos dijeron que allí se puede ver el escritorio y otros objetos del presidente.
De todos modos, es imposible que el palacio mejore al Complejo Islom Karimov para la Ciencia y la Ilustración, en otro edificio construido cerca del palacio.
Este museo solo tiene dos salas: en la primera, hay fotos de Islom Karimov, pero lo mejor está en la segunda: en esta sala hay una colección de retratos de Islom Karimov, que van desde un estilo estatalista, que recuerda a los retratos soviéticos con niños, flores y banderas, hasta cuadros hiperrealistas y futuristas, como este de Karimov consigo mismo lanzando satélites al espacio.
La entrada es gratuita y no te dejará indiferente.
Parque Alisher Navoi
Metro: Milly Bog’ (línea Chilonzor, roja). Si vas a la Casa Blanca, puedes caminar desde ahí (20 minutos) o tomar el autobús (13, 51 o 196, 1 parada) hasta Magic City.
Si caminas desde la Casa Blanca, cruzarás el río Chirchiq y tomando a la izquierda la calle Beshyogoch verás el Humo Arena, moderno palacio de hielo, el más grande de Asia Central con una capacidad para 12.500 espectadores.
Al final de esta calle Beshyogoch se llega a Magic City, uno de los lugares más kitsch de Tashkent. Este centro comercial al aire libre imita la arquitectura de distintas ciudades europeas: en una calle París, con iglesia gótica incluida, en otra Londres, con algo que parece el Big Beg e incluso el Tower Bridge… también hay una copia de atrezzo del Registan de Samarcanda.
Magic City es un sitio muy popular para los locales y es bastante agradable, con un gran estanque, cine, acuario y bolera. Aquí podrás hacerte una idea de la vida cotidiana de Tashkent. Este centro comercial está unido al Parque Alisher Navoi.
El Parque Nacional Alisher Navoi es el más importante de Tashkent. Alisher Navoi, que presta su nombre esta amplia zona verde al suroeste de la Ciudad Nueva, fue el primer poeta que, en el s. XV, escribió en lengua túrquica, y no en persa, que era la lengua de prestigio. Por eso, aunque nació en Herat (actual Afganistán), los uzbecos le consideran hoy su poeta nacional.
El Parque Alisher Navoi es un lugar muy agradable para evadirse de la gran ciudad, con un canal y un lago artificiales. Los guardias no permiten hacer fotografías así que ten cuidado.
En una pequeña colina hay un templete con una cúpula turquesa donde se encuentra el monumento a Alisher Navoi. Desde ahí tendrás la mejor vista del parque.
Al Oeste, hay más monumentos a muchos otros escritores uzbecos, a G’afur G’ulom, considerado el padre de la poesía uzbeca moderna, así como el Museo de Historia de Tashkent. Al Sur, un enorme lago artificial (Milliy Bog’), y otro más pequeño al Oeste. Y al Norte, el Palacio de la Amistad de los Pueblos.
Como ves, te puedes pasar la tarde entera en este pulmón de Tashkent.
En la zona norte del parque, yendo hacia el centro de la ciudad, se encuentra el Parlamento de Uzbekistán (Oliy Majlis), un edificio moderno de granito y mármol, con el típico estilo del Uzbekistán post-soviético (sus columnas recuerdan a tantos otros edificios de Tashkent).
Un poco más allá, la Madrasa Abdul Jasim Sheij es el edificio más antiguo del parque. Data del s. XIX y en ella se firmó el tratado de paz después de la toma de Tashkent por parte del general ruso Chernyayev.
Palacio de la Amistad de los Pueblos (Xalqlar Do'stligi)
Metro: Xalqlar Do’stligi (línea Chilonzor, roja).
Una de las grandes obras arquitectónicas del brutalismo soviético en Tashkent, el Palacio de la Amistad de los Pueblos, también conocido como Palacio de las Naciones, es un edificio que ningún amante de la arquitectura se puede perder. Es la sala de conciertos más grande de Uzbekistán con un aforo de 6.000 personas.
Se inauguró en 1981, y está dedicado a las personas de los distintos pueblos de la URSS que ayudaron a reconstruir Tashkent tras el devastador terremoto de 1966. Combina el brutalismo futurista con motivos tradicionales: los elementos con forma de tornillo de la parte superior y las tradicionales panyaras (celosías) de la parte inferior.
En 2008 las autoridades desmontaron el Palacio de la Amistad de los Pueblos, por considerarlo un símbolo del pasado soviético, y lo sacaron del centro de la ciudad. En 2018, por petición popular, se reconstruyó en su lugar original.
Un poco más allá del Palacio de la Amistad de los Pueblos, donde se encuentra la estación de metro Xalqlar Do’stligi, se abre una gran plaza peatonal en la que ya se vuelven a ver los enormes edificios y amplias avenidas del Tashkent reconstruido tras el terremoto de 1966.
En esta plaza destaca el Monumento a la Familia Shamakhmudov, que conmemora a una pareja de uzbecos que adoptó a 15 niños evacuados de las zonas de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. No tenían hijos propios y así formaron una gran familia con niños de las distintas etnias que vivían en la URSS.
Antena de TV
Metro: entre Bodomzor y Shaxriston (línea Yunusobod, verde). La Antena de TV está al Norte de la ciudad y la verás si vas a comer a Beshqozon, el templo del plov.
La Torre de Televisión de Tashkent es uno de los símbolos de la ciudad. Su construcción terminó en 1985 y se diseñó para sobrevivir a seísmos de magnitud 9.0. De ahí su estética de cohete espacial.
Con 375 metros de altura, en su momento fue la tercera torre de televisión más alta del mundo.
Las formas en su parte central, que ahora se ha pintado con la bandera de Uzbekistán, recuerdan a otros edificios de Tashkent de los años 80.
Con un ascensor se puede acceder a la plataforma de observación, a 95 metros de altura. También tiene dos restaurantes con plataforma giratoria para disfrutar de una vista 360º.
El Museo de las Víctimas de la Represión, cruzando la avenida desde la Torre de TV, se centra en la represión ejercida por Rusia contra el pueblo uzbeco, tanto durante la época zarista como la soviética.
Metro de Tashkent
Una de las principales atracciones de Tashkent es su red de metro. En la Unión Soviética, cuando una ciudad alcanzaba un millón de habitantes, se consideraba que debía tener un metro. El Metro de Tashkent se comenzó a construir en 1972 y la primera línea se inauguró en 1977, siendo el primero de Asia Central.
En el Metro de Tashkent, al igual que en otros de la antigua URSS, hay estaciones que parecen museos, con diseños muy originales, normalmente dedicados a un personaje o tema concreto.
Si visitas Tashkent, no puedes perderte su metro. Aunque lo normal es que lo utilices para moverte por la ciudad, hay algunas estaciones que merece la pena visitar por sí solas, y algunas de ellas no están en sitios de interés a los que irías normalmente.
Visita nuestro artículo 12 estaciones del Metro de Tashkent que no puedes perder, ¡y no te dejes ninguna!
Dónde comer en Tashkent
Tashkent es una ciudad poco turística, por lo que la oferta gastronómica está principalmente dirigida a los locales, sin olvidar a la comunidad rusa, bastante relevante en la ciudad desde hace décadas.
La oferta es auténtica, pero no es gran cosa para una ciudad de tres millones de habitantes, porque los uzbecos no tienen tanta cultura de salir a comer fuera como en Europa, aunque eso está cambiando. En Tashkent puedes encontrar desde restaurantes tradicionales, cocina europea y rusa, y también locales sofisticados y caros.
Tashkent tiene una enorme tradición de plov. Lo encontrarás en muchos lugares, generalmente a la hora de comer, pero el lugar más popular, para turistas pero también para locales es Beshqozon – Centro de Plov de Asia Central.
El plov está exquisito, pero además podrás ver una amplia cocina abierta con enormes kazan donde se cocina el plov y hornos tandir donde se cuece el pan.
Hay tres estilos de plov diferentes y puedes pedir varios añadidos para tu plov: extra de carne, qazi (embutido de costilla de caballo ahumada), huevos de codorniz… Generalmente, no hablan inglés, como es habitual en Tashkent, pero pedir plov es muy sencillo.
Para comida uzbeca tradicional un uzbeco nos recomendó Rayhon, en la ciudad vieja, al lado del Estadio Nacional, cerca de Chorsu. La cocina es muy buena y tienen muchos platos tradicionales uzbecos y de carne, incluyendo algunos menos frecuentes como naryn (pasta hecha a mano con carne de caballo), que preparan a mano a la vista de todos, o sopa mampar. No sirven bebidas alcohólicas.
También Cafe Buxoro (18a Abdulla Qodiriy ko’chasi), en el barrio Kashgar, justo al norte del centro de la Ciudad Nueva. Tienen los típicos platos tradicionales uzbecos y algunas especialidades de Bujará como vaguri y jiz. Sirven cerveza.
Al Norte de Mustakillik maydoni, Hammersmith Bar es una cervecería muy frecuentada por la comunidad rusa. Tienen cervezas artesanas de grifo y una carta fundamentalmente de carnes.
Salir en Tashkent
Tashkent es la única ciudad de Uzbekistán donde hay algo de vida nocturna, sin contar los bares para turistas que encuentras en Bujará. Pero realmente, solo hay “algo”, muy poco para una gran ciudad con tanta población joven y universitaria.
Si buscas en internet listas con los mejores bares de Tashkent, verás que se repiten los mismos sitios una y otra vez. Pero los que hay, están muy bien para una noche de fiesta.
Hay una zona con varios locales nocturnos justo al Sur de la Plaza Amir Temur y otra cerca de la estación de metro Minor.
Un día fuimos a Steam Bar, en la zona de Minor, un garito con una decoración cuidada con un toque punk y música en directo. El grupo montó un buen espectáculo y había mucho ambiente. Lo más sorprendente fue que había un policía uniformado en el bar vigilando toda la noche.
Pingback: Uzbekistán en 2 semanas - Drive me Foody
Pingback: 12 estaciones del Metro de Tashkent que no te puedes perder - Drive me Foody
Pingback: Jiva, ciudad-museo de la ruta de la seda - Drive me Foody
Pingback: Bujará: vive la ruta de la seda - Drive me Foody
Pingback: Samarcanda, la gran ciudad de Tamerlán - Drive me Foody
Pingback: Shahrisabz, la ciudad natal de Tamerlán - Drive me Foody